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Fiestas

Las fiestas populares se celebran a principios del mes de agosto en honor de San Sebastián, aunque su festividad religiosa en el calendario sea el 20 de enero. Tiene una duración de cuatro días en los que se hacen campeonatos de fútbol sala, tenis, dominó, futbolín, diana, etc.

A la persona con más edad del pueblo se le homenajea. Esa tarde todos los mayores celebran una fiesta en la que se les obsequia con una merienda. Ese mismo día tiene lugar la elección de Miss y Míster Cacín.

Es también tradición que el grupo de baile de las niñas del pueblo haga una exhibición. Para los niños y jóvenes del pueblo durante los cuatro días, en la Plaza del Ayuntamiento o en el Paseo de la Iglesia se hacen diferentes juegos, como las cucañas, las carreras de cintas con bici, las carreras de cintas en moto o las carreras de sacos; cabe destacar la gran paellada —característica del Levante peninsular— que tiene lugar el sábado de feria para todos los vecinos y visitantes.

El día 20 de enero se celebra la festividad conocida como Día de las Merendicas, una especie de romería en la que disfrutan los vecinos del campo en familia, comen, beben y cantan en una jornada de convivencia.

En la noche previa al 2 de febrero tiene lugar la celebración de las tradicionales candelarias, donde se hacen diversas hogueras formadas por palés, muebles viejos, etc, que van recogiendo los jóvenes durante las semanas anteriores.

Una vez prendidas las hogueras se procede al mancheo, es decir, a girar verticalmente el mancho, que está formado por tocha (esparto seco) y unas cuantas hojas verdes también de esparto. Los manchos tienen forma de tea, siendo el resultado de agrupar gabillas de tocha atándolos longitudinalmente mediante las hojas verdes de esparto. Finalmente se trenza uno de los extremos y se hace un nudo en la punta, de forma que todo el conjunto sea resistente al giro vertical.

Para manchear hay que acercar el extremo "barbudo" del mancho al borde de la hoguera hasta que empieza a prender. Entonces se realiza esa especie de "círculos de fuego" característicos del mancheo, que puede durar entre diez y quince minutos en función de su longitud. Esta costumbre está muy extendida por la zona centro-oeste de la provincia de Granada.